En un encuentro casual y enigmático, dos hombres observan lascivos la puerta de una escuela. El ánimo exhibicionista deriva en una conversación irónica en la que se entrelazan las ideas de dos pilares del pensamiento moderno: Marx y Freud. A través de sus miradas, la obra desmenuza las tensiones políticas y psicológicas de una época, mientras cuestiona los horrores y contradicciones de la sociedad. Estrenada en 1984, la obra se convirtió en un fenómeno teatral, siendo la pieza chilena más representada en Latinoamérica y traducida a múltiples idiomas. Cuatro décadas después, De la Parra, galardonado con el Premio Max Hispanoamericano de las Artes Escénicas y el Premio a la Trayectoria en Chile, sigue interpelando al espectador con una obra que no pierde su vigencia y profundidad.