El teatro rioplatense tiene su reinvención con Trastorno, versión de El pasado, del gran dramaturgo Florencio Sánchez, sobre la que la dupla de Pompeyo Audivert y Andrés Mangone imprime su particular mirada del grotesco criollo. La historia de una mujer que guarda un terrible secreto capaz de hundir a su familia entera en la miseria social se mezcla con el pesimismo del escritor austríaco Thomas Bernhard. La de Trastorno es una atmósfera oscura y pesada, exacerbada hasta el paroxismo. Y la concepción de la actuación como máscara se reafirma una vez más en esta puesta en escena en la que hasta el más mínimo gesto estalla por los aires con la grandilocuencia de una bomba nuclear.